lunes, 29 de abril de 2013

El Papa: "Avergonzarse es una virtud del humilde"

VATICANO, 29 Abr. 13 / 11:37 am

 Avergonzarse de los pecados con humildad para acoger perdón de Dios, pide el Papa

El Papa Francisco señaló en su homilía de la Misa en Santa Marta que el cristiano debe ser capaz de avergonzarse de sus propios pecados para acoger con humildad el perdón de Dios.

En la Eucaristía que presidió en presencia de algunos empleados vaticanos del Apsa, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica y de un grupo de religiosas, el Santo Padre comentó la primera Carta de San Juan, en la que se dice que "Dios es luz y en Él no hay tiniebla alguna".

El Papa Francisco subrayó que "todos nosotros tenemos oscuridades en nuestra vida, momentos donde todo, también en la propia consciencia, es oscuro, pero esto no significa caminar en las tinieblas".

"Caminar en las tinieblas significa estar satisfecho de sí mismo; estar convencido de no tener necesidad de salvación. ¡Aquellas son las tinieblas! Cuando uno se adentra en este camino de las tinieblas, no es fácil dar marcha atrás".

"Por ello Juan continua, porque quizás este modo de pensar lo ha hecho reflexionar: ‘Si decimos que estamos sin pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros’. Miren sus pecados, nuestros pecados: todos somos pecadores, todos… Este es el punto de partida".
"Pero si confesamos nuestros pecados, Él es fiel, es justo hasta perdonarnos los pecados y purificarnos de toda iniquidad. Y nos presenta – ¿no es verdad? - a aquel Señor tan bueno, tan fiel, tan justo que nos perdona".

El Santo Padre dijo además que "cuando el Señor nos perdona hace justicia sobre todo a sí mismo, porque Él ha venido para salvarnos y perdonarnos", acogiéndonos con la ternura de un padre hacia los hijos: "el Señor es tierno hacia aquellos que lo temen, hacia aquellos que van hacia Él" y con ternura "nos comprende siempre", quiere donarnos "aquella paz que solo Él da".

"Esto –afirmó– es lo que sucede en el Sacramento de la Reconciliación" aunque "tantas veces pensemos que ir a confesarnos es como ir a la lavandería "para limpiar la suciedad de nuestra ropa".
"Pero Jesús en el confesionario no es una lavandería: es un encuentro con Jesús, pero con este Jesús que nos espera, que nos espera como somos. ‘Pero Señor, mira yo soy así…’, me da vergüenza decir la verdad: ‘He hecho esto, he pensado esto’. Pero la vergüenza es una verdadera virtud cristiana y también humana… la capacidad de avergonzarse".

"No sé si en italiano se dice así, pero en nuestra tierra a aquellos que no pueden avergonzarse se les llama ‘sin vergüenza’, porque no tienen la capacidad de avergonzarse y avergonzarse es una virtud del humilde, de aquel hombre y de aquella mujer que es humilde".

Francisco dijo además que es necesario tener confianza porque cuando pecamos tenemos un defensor ante el Padre: "Jesucristo, el justo". Y Él "nos sostiene ante el Padre" y nos defiende frente a nuestras debilidades. Pero es necesario ponerse frente al Señor "con nuestra verdad de pecadores", "con confianza, también con gozo, sin maquillarnos"

"¡No debemos jamás maquillarnos delante de Dios!". Y la vergüenza es una virtud: "bendita vergüenza". "Esta es la virtud que Jesús nos pide: la humildad y la docilidad":
"Humildad y docilidad son como el marco de una vida cristiana. Un cristiano va siempre así, en la humildad y en la docilidad. Y Jesús nos espera para perdonarnos. Podemos hacerle una pregunta: entonces ir a confesarse ¿no es ir a una sesión de tortura? ¡No! Es ir a alabar a Dios, porque yo pecador he sido salvado por Él".

"¿Y Él me espera para apalearme? No, con ternura para perdonarme. ¿Y si mañana hago lo mismo? Ve otra vez, y otra y otra y otra… Él te espera siempre. Esta ternura del Señor, esta humildad, esta docilidad.

Tras señalar que esta confianza "nos da respiro". El Papa hizo votos para que "el Señor nos dé esta gracia, este coraje de ir siempre hacia él con la verdad, porque la verdad es su luz, y no con las tinieblas de las medias verdades o de las mentiras ante Dios. ¡Que nos dé esta gracia! Así sea".

 (ACI/EWTN Noticias)

Dios nos da el valor para caminar contra corriente

VATICANO, 28 Abr. 13 / 10:30 am.

 Papa Francisco. Foto: News.va

Al presidir la Misa en la Plaza de San Pedro, en la que confirió el Sacramento de la Confirmación a 44 fieles de todo el mundo, el Papa Francisco aseguró que Dios “nos da el valor para caminar contra corriente”, lo cual, aseguró “hace bien al corazón”.

Ante las 70 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre aseguró que “Él nos da el valor para caminar contra corriente. Escuchen bien jóvenes: ir contra corriente. Esto hace bien al corazón, pero hace falta valor para ir contra corriente. Y Él nos da esta fuerza”.

El Papa señaló que en la segunda lectura de hoy, tomada del Apocalipsis, “hemos escuchado la hermosa visión de san Juan: un cielo nuevo y una tierra nueva y después la Ciudad Santa que desciende de Dios”.

“Todo es nuevo, transformado en bien, en belleza, en verdad; no hay ya lamento, luto… Ésta es la acción del Espíritu Santo: nos trae la novedad de Dios; viene a nosotros y hace nuevas todas las cosas, nos cambia”.

“La visión de san Juan”, indicó el Papa, “nos recuerda que estamos todos en camino hacia la Jerusalén del cielo, la novedad definitiva para nosotros, y para toda la realidad, el día feliz en el que podremos ver el rostro del Señor, ese rostro maravilloso del Señor Jesús, podremos estar con Él para siempre, en su amor”.

Francisco remarcó que “la novedad de Dios no se asemeja a las novedades mundanas, que son provisorias, pasan y siempre se busca algo más”.

La novedad que Dios ofrece a nuestra vida es definitiva, y no sólo en el futuro, cuando estaremos con Él, sino también hoy: Dios está haciendo todo nuevo, el Espíritu Santo nos transforma verdaderamente y quiere transformar, contando con nosotros, el mundo en que vivimos”.

“Abrámosle la puerta, dejemos que Él nos guíe, dejemos que la acción continua de Dios nos haga hombres y mujeres nuevos, animados por el amor de Dios, que el Espíritu Santo nos da”.

El Papa también señaló que “el camino de la Iglesia, también nuestro camino cristiano personal, no son siempre fáciles, encontramos dificultades, tribulaciones”.

“Seguir al Señor, dejar que su Espíritu transforme nuestras zonas de sombra, nuestros comportamientos que no son según Dios, y lave nuestros pecados, es un camino que encuentra muchos obstáculos, fuera de nosotros, en el mundo en el que vivimos que frecuentemente no nos comprende, y también dentro de nosotros, en nuestro corazón”.

Sin embargo, señaló, “las dificultades, las tribulaciones, forman parte del camino para llegar a la gloria de Dios, como para Jesús, que ha sido glorificado en la Cruz; las encontraremos siempre en la vida. No nos desanimemos: tenemos la fuerza del Espíritu para vencer nuestras tribulaciones”.

Ante esto, el Papa invitó a los fieles, tanto los que esta mañana se confirmaron como a todos, a que “permanezcan estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor. Aquí está el secreto de nuestro camino”.

El Santo Padre aseguró que “no hay dificultades, tribulaciones, incomprensiones que nos hagan temer si permanecemos unidos a Dios como los sarmientos están unidos a la vid, si no perdemos la amistad con Él, si le hacemos cada vez más espacio en nuestra vida”.

“Esto también y sobre todo si nos sentimos pobres, débiles, pecadores, porque Dios da fuerza a nuestra debilidad, riqueza a nuestra pobreza, conversión y perdón a nuestro pecado”.

El Papa señaló que “es tan misericordioso el Señor que siempre si vamos a Él nos perdona”.

“Confiemos en la acción de Dios. Con Él podemos hacer cosas grandes y nos hará sentir el gozo de ser sus discípulos, sus testigos”.

“¡Apuesten por los grandes ideales, por las cosas grandes, nosotros los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para las cosas pequeñas, vayan siempre más allá, hacia las cosas grandes, jóvenes, juéguense la vida por grandes ideales!”, exhortó.

El Papa pidió a los fieles abrir “de par en par la puerta de nuestra vida a la novedad de Dios que nos concede el Espíritu Santo, para que nos transforme, nos fortalezca en las tribulaciones, refuerce nuestra unión con el Señor, nuestro permanecer firmes en Él: ésta es una verdadera alegría. Así sea”.

 (ACI/EWTN Noticias)

sábado, 27 de abril de 2013

El camino de la fe no es alienación sino preparación para el cielo

VATICANO, 26 Abr. 13 / 09:32 am.

Camino de fe no es alienación sino preparación para la belleza del Cielo, dice el Papa

El camino de la fe no es alienación sino una preparación cotidiana para la belleza del cielo que es el destino definitivo al que toda persona está invitada, explicó el Papa Francisco esta mañana en la homilía de la Misa que celebró en la Casa Santa Marta.

Ante algunos empleados de la Tipografía Vaticana, de la Oficina de Trabajo de la Sede Apostólica (ULSA) y miembros del Cuerpo de Gendarmes presentes en la Eucaristía, Francisco comentó la frase que Jesús dice a sus discípulos en el evangelio de hoy: "No se turbe vuestro corazón".

"Son palabras muy hermosas. En un momento de despedida, Jesús habla con el corazón en la mano. Sabe que sus discípulos están tristes y empieza a hablarles de aquel que será su destino definitivo, el cielo. Les dice ‘Tened fe en Dios y en mí’... como si fuera un ingeniero o un arquitecto les dice lo que va a hacer: ‘Voy a prepararos un lugar, en la casa de mi Padre hay muchas moradas’. Y Jesús va a buscarnos un lugar".

El Santo Padre explicó luego que preparar un lugar "es preparar nuestra capacidad de disfrutar de la posibilidad –nuestra posibilidad– de ver, sentir, entender la belleza de lo que está por venir, de esa patria hacia la cual caminamos".

"Toda la vida cristiana es un trabajo de Jesús, del Espíritu Santo, para prepararnos un sitio, para preparar nuestros ojos para ver, nuestros oídos para escuchar. Nuestra alma necesita estar preparada para contemplar el rostro maravilloso de Jesús. Y sobre todo, preparar nuestro corazón... para amar, y amar más".

En el camino de la vida el Señor prepara los corazones "con las pruebas, con el consuelo, con las tribulaciones, con las cosas buenas... Todo el viaje de la vida es un camino de preparación".
"A veces el Señor tiene que hacerlo rápidamente, como hizo con el buen ladrón: tenía sólo unos pocos minutos para prepararlo y lo hizo. Pero en la vida normal es de otra forma ¿no?: Es ir preparándose para llegar a esa patria, que es la nuestra".

Pero alguno dice "que todos estos pensamientos son una alienación... que la vida es ésta, lo concreto, y más allá no se sabe lo que hay… Jesús nos dice que no es así: ‘Tened fe en mí también’, dice. Lo que te digo es la verdad: yo no hago trampas, no te engaño".

Finalmente el Papa aseguró que "prepararse para el cielo es comenzar a saludarlo desde lejos. Esto no es alienante: esta es la verdad; es dejar que Jesús prepare nuestro corazón para una belleza tan grande. Es el camino de la belleza, es el camino de regreso a la patria ¡Que Dios nos conceda esperanza, valor y humildad para dejar que el Señor nos prepare un lugar!".

 (ACI/EWTN Noticias)

jueves, 25 de abril de 2013

"Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación" (Mc 16, 15)

VATICANO, 25 Abr. 13 / 10:15 am  

 Anunciar el Evangelio a todo el mundo sin miedo a las cosas grandes, exhorta el Papa

Al presidir esta mañana la Misa en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco señaló que la misión de la Iglesia es anunciar el Evangelio a todo el mundo sin tenerle miedo a las cosas grandes, manteniendo siempre la humildad.

Así lo indicó el Papa en la Misa por la fiesta de San Marcos en la que participaron algunos miembros de la Secretaría del Sínodo para los Obispos.
Comentando el pasaje de hoy que narra la Ascensión de Jesús, el Santo Padre dijo que el Señor, antes de subir al cielo, manda a los apóstoles a anunciar el evangelio "hasta los confines del mundo, no sólo en Jerusalén o en Galilea".

"El horizonte es grande y, como se puede ver, éste es el carácter de la misión de la Iglesia que va adelante con esta predicación: a todos, a todo el mundo. Pero no va adelante sola: va con Jesús... El Señor trabaja con los que predican el Evangelio".

El Papa resaltó que "esta es la magnanimidad que los cristianos deben tener. Un cristiano pusilánime no lo entiende: es propio de la vocación cristiana, esta magnanimidad: siempre más, siempre más, siempre adelante".

El Santo Padre se ha referido también a la primera Carta de San Pedro que define el estilo cristiano de la predicación: "La humildad, el servicio, la caridad, el amor fraternal... Pero ¡Señor tenemos que conquistar el mundo! Esa palabra ‘conquistar’ no está bien. Tenemos que predicar al mundo. El cristiano no puede ser como los soldados que cuando ganan la batalla arrasan todo".

"El cristiano anuncia el Evangelio con su testimonio más que con las palabras y con una doble disposición: un ánimo grande que no se asusta de las cosas grandes, de caminar hacia horizontes inmensos y la humildad de tener en cuenta las pequeñas cosas".

Finalmente el Papa dijo que "el triunfo de la Iglesia es la Resurrección de Jesús. Pero está la Cruz primero. Pidamos hoy al Señor que nos haga misioneros en la Iglesia, apóstoles en la Iglesia pero con este espíritu: una gran magnanimidad y también una gran humildad. Así sea".


(ACI/EWTN Noticias)


VATICANO, 25 Abr. 13 / 11:59 am.

 Este año el Papa Francisco solo viajará a Brasil

El Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, informó que durante este año 2013 el único destino internacional del Papa Francisco será a Brasil, a donde irá para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a realizarse en Río de Janeiro del 23 al 28 de julio con el lema "Id y haced discípulos a todas las gentes".

Durante su encuentro con la prensa internacional, el P. Lombardi no descartó que este año se publique la primera encíclica del Papa Francisco, recordando que Benedicto XVI ya había preparado el material sobre el tema de la fe. 

Sobre el viaje a Brasil, el vocero vaticano informó que Alberto Gasbarri, encargado de los viajes internacionales del Papa, viajó a Río de Janeiro para definir los detalles de la visita papal. 

"El programa seguirá la sensibilidad del Papa Francisco", señaló el P. Lombardi, recordando que la presencia del Santo Padre ha sido confirmada para la ceremonia de bienvenida, el Vía Crucis, la Vigilia y la Misa de clausura de la JMJ, prevista para el domingo 28 de julio en el Campus Fidei, en Guaratiba.

(ACI)

miércoles, 24 de abril de 2013

El Papa dice a los jóvenes: "¡No entierren los talentos!"

VATICANO, 24 Abr. 13 / 10:18 am.

 El Papa a jóvenes: ¡No entierren los talentos!

El Papa Francisco hizo hoy una enérgica exhortación a los jóvenes presentes en la Plaza de San Pedro y con ellos a los del mundo entero, alentándolos a no enterrar sus talentos y a soñar siempre con grandes ideales que ensanchan el corazón.

Reflexionando en la parábola de los talentos, el Santo Padre dijo que hoy en día, en medio de la crisis, "es importante no encerrarse en sí mismos, enterrando el propio talento, las propias riquezas espirituales, intelectuales, materiales, todo lo que el Señor nos ha dado, sino abrirse, ser solidarios, tener cuidado de los demás".

"En la Plaza (de San Pedro), he visto que hay muchos jóvenes. ¿Es verdad esto? ¿Hay muchos jóvenes? ¿Dónde están? A ustedes, que están en el comienzo del camino de la vida, pregunto: ¿Han pensado en los talentos que Dios les ha dado? ¿Han pensado en cómo se pueden poner al servicio de los demás? ¡No entierren los talentos! Apuesten por grandes ideales, los ideales que agrandan el corazón, aquellos ideales de servicio que harán fructíferos sus talentos".

El Papa dijo además que "la vida no se nos ha dado para que la conservemos celosamente para nosotros mismos, sino que se nos ha dado, para que la donemos. ¡Queridos jóvenes, tengan un corazón grande! ¡No tengan miedo de soñar cosas grandes!".

Esto, añadió el Santo Padre, "nos dice que la espera del retorno del Señor es el tiempo de la acción. Nosotros somos el tiempo de la acción, tiempo para sacar provecho de los dones de Dios, no para nosotros mismos, sino para Él, para la Iglesia, para los otros, tiempo para tratar siempre de hacer crecer el bien en el mundo".


Para leer la catequesis completa: http://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-catequesis-del-papa-sobre-el-juicio-final-63371/


 (ACI/EWTN Noticias)

Encontrar a Jesús fuera de la Iglesia no es posible

24/04/13 8:11 AM.

 


El Papa advierte que no se puede vivir, amar y creer en Jesús sin la Iglesia

El Papa Francisco afirmó ayer que es «absurdo pretender vivir con Jesús, pero sin la Iglesia, amar a Jesús sin la Iglesia y que no se puede creer en Jesús sin la Iglesia» y advirtió que ésta no debe seguir el camino de la mundanidad. El pontífice ofició Misa en la capilla Paulina, del Vaticano, con motivo de la festividad de San Jorge, que es su onomástica (su nombre de pila es Jorge Mario), a la que asistieron los cardenales de la curia romana. El Santo Padre dio las gracias a los purpurados, «porque me siento muy bien acogido por vosotros, porque me encuentro bien con vosotros».

El Obispo de Roma aseguró que la identidad cristiana «no es un documento de identidad», sino que la identidad es «pertenecer a la Iglesia».

«Encontrar a Jesús fuera de la Iglesia no es posible. El gran Pablo VI decía que es una dicotomía absurda querer vivir con Jesús sin la Iglesia, seguir a Jesús fuera de la Iglesia, amar a Jesús sin la Iglesia», afirmó.

El Papa Francisco añadió que la Iglesia «que nos da Jesús, nos da por su parte la identidad, que no es sólo un sello, sino una pertenencia».

El Papa agregó que la Iglesia camina entre las persecuciones del mundo y el consuelo del Señor y advirtió que «si queremos ir por el camino de la mundanidad, jamás tendremos el consuelo del Señor».

El Papa Francisco exhortó a los fieles a caminar todos juntos, «llevando el nombre de Jesús en el seno de la Santa Madre Iglesia, jerárquica y católica, como decía san Ignacio de Loyola».

A la misa asistieron, entre otros, el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone; el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, y el purpurado español Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

En esta jornada llegaron al Vaticano miles de telegramas de todo el mundo felicitando al Papa por su santo.

 (Efe/Infocatólica)

lunes, 22 de abril de 2013

El Papa dice que hay "trepas" entre los cristianos

 22/04/13 4:52 PM.

 

El Papa Francisco denunció que en la comunidad cristiana hay muchos «trepas», gentes que no tienen fe, «ladrones y bandidos que usan la religión como un negocio», y advirtió que para entrar en el Reino de Dios «la única puerta es Jesús». Así lo aseguró el Santo Padre en la Misa que celebró en la capilla de la residencia de Santa Marta, en cuya homilía afirmó que «la única puerta para entrar en el Reino de Dios, para entrar en la Iglesia» es Jesús y que quien no entra por esa puerta «es un ladrón o un bandido, es uno que quiere sacar provecho en beneficio propio, uno que quiere trepar».

«También en la comunidad cristiana hay arribistas. Fingen que forman parte pero son ladrones o bandidos, ya que roban la gloria a Jesús, buscan su propia gloria. Para ellos, como los fariseos, la religión es un negocio», afirmó.

Francisco aseguró que esa no es la puerta auténtica para entrar en el Reino de los Cielos, que la puerta es Jesús y que los que de verdad quieren entrar deben ser «humildes, pobres, justos, mansos, es decir, seguir las bienaventuranzas».

El Obispo de Roma agregó que Jesús no es sólo la puerta, «es el camino, la vía». «Hay muchos caminos, tal vez más ventajosos, para llegar, pero son engañosos, no son verdaderos, son falsos. El único camino es Jesús», subrayó el Papa, en la línea marcada por el documento del año 2000 «Dominus Iesus», encargado por el papa Juan Pablo II al entonces cardenal Joseph Ratzinger, luego Benedicto XVI, que presenta a Cristo como único Salvador del mundo.

«Pero algunos dirán, ¡Padre, usted es integrista! No, sencillamente esto lo ha dicho Jesús: 'yo soy la puerta, yo soy el camino que da la vida'. Sólo eso», afirmó Francisco, quien insistió en que Jesús dice siempre la verdad, con ternura y amor.

El Papa Francisco denunció que muchas veces los hombres tienen la tentación de ser «demasiado dueños de ellos mismos y no de ser humildes hijos y siervos del Señor», y que intentan entrar «por otras puertas u otras ventanas».

«No buscad otras puertas que parecen más fáciles, confortables, a la mano. Llamad siempre a la de Jesús. Él jamás desilusiona, jamás engaña. Jesús no es un ladrón, no es un bandolero. Ha dado su vida por nosotros y cada uno de nosotros debemos pedirle por favor que nos abra, que nos deje entrar», manifestó.

Desde su elección, el papa Francisco oficia todos días misa en la capilla de la residencia de Santa Marta, a la que asisten, entre otros, cardenales, obispos, miembros de la Curia Romana, funcionarios del Governatorato (ente que gobierna el Estado de la Ciudad del Vaticano) e invitados.

A la misa de hoy asistieron empleados de la Sala de Prensa, encabezados por el director, el jesuita Federico Lombardi, y el subdirector, Ciro Benedettini, y técnicos de Radio Vaticano del centro de Santa María di Galeria, en las afueras de Roma.

 (Agencias/InfoCatólica)

Las vocaciones nacen en la oración y de la oración

VATICANO, 21 Abr. 13 / 10:40 am

Papa Francisco. Foto: News.va


En sus palabras previas al rezo del Regina Coeli, ante la multitud congregada en la Plaza de San Pedro este domingo, en que se celebra la 50 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa Francisco recordó que “las vocaciones nacen en la oración y de la oración; y sólo en la oración pueden perseverar y fructificar”.

El Santo Padre pidió rezar particularmente “por los nuevos Sacerdotes de la Diócesis de Roma que he tenido la alegría de ordenar esta mañana”.

“El Cuarto Domingo del Tiempo de Pascua está caracterizado por el Evangelio del Buen Pastor – en el capítulo decimo de San Juan –, que se lee cada año. El relato de hoy narra estas palabras de Jesús: ‘Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa’.

Francisco indicó que “en estos cuatro versículos se encuentra todo el mensaje de Jesús, está el núcleo central de su Evangelio: Él nos llama a participar en su relación con el Padre, y ésta es la vida eterna”.

Jesús quiere establecer con sus amigos una relación que sea el reflejo de aquella que Él mismo tiene con el Padre: una relación de pertenencia recíproca en la confianza plena, en la íntima comunión”.

“Para expresar este entendimiento profundo, esta relación de amistad”, dijo el papa, “Jesús utiliza la imagen del pastor con sus ovejas: él las llama y ellas reconocen su voz, responden a su llamado y lo siguen”.

“¡Esta parábola es hermosísima! El misterio de la voz es sugestivo: desde el vientre de nuestra madre aprendemos a reconocer su voz y aquella del papá; por el tono de una voz percibimos el amor o el desprecio, el afecto o la frialdad. ¡La voz de Jesús es única! Si aprendemos a distinguirla, Él nos guía por el camino de la vida, un camino que supera también el abismo de la muerte”.

En un cierto punto, indicó el Santo Padre, Jesús dice, refiriéndose a sus ovejas, que “mi Padre que me las ha dado”.

“Esto es muy importante”, subrayó el Papa, pues “es un misterio profundo, no fácil de comprender: si me siento atraído por Jesús, si su voz calienta mi corazón, es gracias a Dios Padre, que ha puesto dentro de mí el deseo del amor, de la verdad, de la vida, de la belleza”.

“¡Y Jesús es todo esto en plenitud! Esto nos ayuda a comprender el misterio de la vocación, especialmente de las llamadas a una especial consagración”.

El Papa dijo que “a veces Jesús nos llama, nos invita a seguirlo, pero quizás sucede que no nos damos cuenta que es Él, justo como le pasó al joven Samuel”.

“Hoy, aquí en la Plaza hay muchos jóvenes. Quisiera preguntarles: ¿han escuchado a veces la voz del Señor que a través de un deseo, una inquietud, les invitaba a seguirlo más de cerca ? ¿Han tenido ganas de ser apóstoles de Jesús? Es necesario jugarse la juventud por grandes ideales”.

El Santo Padre exhortó a cada joven a que pregunte “a Jesús qué cosa quiere de ti y sé valiente”.

El Papa indicó también que “detrás y antes de cada vocación al sacerdocio o a la vida consagrada, está siempre la oración fuerte e intensa de alguien: de una abuela, de un abuelo, de una madre, de un padre, de una comunidad… Es por esto que Jesús ha dicho: ‘¡Rueguen al dueño de los sembrados –o sea a Dios Padre- que envíe trabajadores para la cosecha!’.

Invoquemos la intercesión de María, que es la Mujer del ‘sí’. Ella ha aprendido a reconocer la voz de Jesús desde cuando lo llevaba en el vientre. ¡Que María nos ayude a conocer cada vez mejor la voz de Jesús y a seguirla, para caminar en el camino de la vida!”, concluyó.

(ACI/EWTN Noticias).

domingo, 21 de abril de 2013

El Papa Francisco ordena sacerdotes por primera vez

VATICANO, 21 Abr. 13 / 10:05 am.

Papa Francisco. Foto: News.va

Al presidir la Misa esta mañana en la Basílica de San Pedro en la 50 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, en la que ordenó a diez nuevos sacerdotes, el Papa Francisco les exhortó a que “sean pastores, no funcionarios. Sean mediadores, no intermediarios”.

Conscientes de haber sido elegidos entre los hombres y constituidos en favor de ellos para cuidar las cosas de Dios, ejerzan con alegría y caridad sincera la obra sacerdotal de Cristo, con el único anhelo de gustar a Dios y a no a ustedes mismos”, les pidió el Papa.

El Santo Padre indicó que “entre todos sus discípulos, el Señor Jesús quiere elegir algunos en particular para que, ejerciendo públicamente en la Iglesia en su nombre el oficio sacerdotal en favor de todos los hombres, continúen su personal misión de maestro, sacerdote y pastor”.

Así como en efecto, para ello Él había sido enviado por el Padre, del mismo modo Él envió a su vez al mundo, primero a los apóstoles y luego a los obispos y sus sucesores, a los cuales, en fin, se dio como colaboradores a los presbíteros, que –unidos a ellos en el ministerio sacerdotal – están llamados al servicio del pueblo de Dios”.

Francisco señaló que “después de madura reflexión y oración, ahora estamos por elevar al orden de los presbíteros a estos hermanos nuestros, para que al servicio de Cristo, Maestro, Sacerdote y Pastor, cooperen en la edificación del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia como pueblo de Dios y Templo Santo del Espíritu Santo”.

"Ellos serán configurados en Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote, es decir que serán consagrados como verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento y con este título que los une en el sacerdocio a su obispo, serán predicadores del Evangelio, pastores del Pueblo de Dios y presidirán las acciones de culto, especialmente en la celebración del sacrificio del Señor”.

El Papa les pidió a los sacerdotes, “hermanos e hijos amadísimos, que están por ser promovidos al orden del presbiterado”, que “consideren que ejerciendo el ministerio de la Sagrada Doctrina serán partícipes de la misión de Cristo, único Maestro”.

El Santo Padre les indicó que “dispensen a todos aquella Palabra de Dios que ustedes mismos han recibido con alegría”.

“Recuerden a sus mamás, abuelitas, catequistas, que les dieron la Palabra de Dios, la fe, este don de la fe que les transmitieron”.

El Papa también les dijo que “lean y mediten asiduamente la Palabra del Señor, para creer lo que han leído, para enseñar lo que aprendieron en la fe, vivir lo que han enseñado”.

“Recuerden también que la Palabra de Dios no es propiedad de ustedes: es Palabra de Dios. Y la Iglesia es la que custodia la Palabra de Dios”.

“Que la doctrina de ustedes sea alimento para el Pueblo de Dios; alegría y sostén a los fieles de Cristo el perfume de vuestra vida, para que con su palabra y su ejemplo ustedes edifiquen la casa de Dios, que es la Iglesia”, pidió el Papa.

Francisco señaló a los presbíteros recién ordenados que “ustedes continuarán la obra santificadora de Cristo”.

“Reconozcan pues lo que hacen. Imiten lo que celebren, para que participando en el misterio de la muerte y resurrección del Señor, lleven la muerte de Cristo en sus miembros y caminen con Él en novedad de vida”.

El Santo Padre les indicó que “con el Bautismo agregarán nuevos fieles al Pueblo de Dios. Con el Sacramento de la Penitencia remitirán los pecados en nombre de Cristo y de la Iglesia: hoy les pido en nombre de Cristo y de la Iglesia, por favor, no se cansen de ser misericordiosos”.

Con el óleo santo darán alivio a los enfermos y también a los ancianos: no se avergüencen de dar ternura a los ancianos … Celebrando los sagrados ritos y elevando sus oraciones de alabanza y súplica durante las distintas horas del día, ustedes se harán voz del Pueblo de Dios y de la humanidad entera”.

Francisco señaló que “participando en la misión de Cristo, Cabeza y Pastor, en comunión filial con su obispo, comprométanse en unir a sus fieles en una única familia para conducirlos a Dios Padre por medio de Cristo en el Espíritu Santo”.

Tengan siempre ante sus ojos el ejemplo del Buen Pastor, que no ha venido para ser servido, sino para servir y para tratar de salvar lo que estaba perdido”, concluyó.

  (ACI/EWTN Noticias).

Los cristianos tibios construyen una Iglesia que no es la de Jesús

21/04/13 1:22 AM.

 
Los cristianos tibios son los que quieren construir una Iglesia a su medida, pero no es la Iglesia de Jesús: es lo que dijo el Papa durante la misa en la capilla de la Domus Santa Marta. Estaban presentes los voluntarios del Dispensario Pediátrico «Santa Marta» en Vaticano, a cargo de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, que desde hace 90 años sostiene a los niños y a las familias necesitadas de Roma sin hacer distinción de religión ni nacionalidad. Junto al Papa como monaguillos, dos niños.
Estos cristianos, afirmó el Papa en la homilía, «no se consolidan en la Iglesia, no caminan en presencia de Dios, no están confortados por el Espíritu Santo, no hacen que la Iglesia crezca»: «Son cristianos con sentido común, solamente: guardan las distancias. Cristianos –por así llamarlos- ‘satélite´, que tienen una pequeña Iglesia, a su medida: para decirlo precisamente con las palabras de Jesús en el Apocalipsis, cristianos ‘tibios´. La tibieza que viene a la Iglesia. Avanzan solo en presencia de su sentido común, esa prudencia mundana: esta es una tentación precisamente de prudencia mundana». El Papa Francisco piensa en la gran cantidad de cristianos «que en este momento dan testimonio del nombre de Jesús, incluso hasta el martirio». Estos, dijo, no son ‘cristianos satélite´, porque «van con Jesús, por el camino de Jesús».

El Papa luego concluyó con una oración: «Recemos por la Iglesia, para que siga creciendo, consolidándose, caminando en el temor de Dios y con la ayuda del Espíritu Santo. Que el Señor nos libere de la tentación de ese ‘sentido común´, entre comillas, de la tentación de quejarnos de Jesús, porque es demasiado exigente, y de la tentación del escándalo. Que así sea».

El Papa Francisco está al lado de las víctimas de la explosión de la fábrica de fertilizantes de West en Texas, que provocó la muerte de al menos 14 personas y decenas de heridos. En un telegrama al obispo de Austin, monseñor Jose S. Vazquez, el Pontífice expresó su pesar por los afectados por esta tragedia e implora al Señor que de paz y consuelo a todos aquellos que sufren y a quien está trabajando en las labores de socorro.

(Vatican Insider/InfoCatólica)

*Nota: "Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca." (Ap 3, 15-16)

viernes, 19 de abril de 2013

El Papa señala que Dios es trino y no un “spray” disperso en el aire

VATICANO, 18 Abr. 13 / 08:02 pm.



Dios es trino, no un Dios indefinido disperso en el aire como spray”, señaló el Papa Francisco en la homilía del jueves 18 en la Capilla del Domus Santa Marta en el Vaticano, donde participaron los directores y agentes de policía de la Inspección de Seguridad Pública en la Santa Sede.

Entre los clérigos concelebrantes estaba el Coordinador Nacional de los Capellanes de la Fuerza Policial el Estado Italiano, Mons. Giuseppe Saia.
El santo Padre expresó que “hablar con Dios es como hablar con las personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”.

Al final de la Misa luego de la oración de San Miguel Arcángel patrono de la Policía del Estado italiano, agradeció a todos los presentes por el servicio que dan a la sociedad.

"Un servicio difícil, un servicio para el bien común y por la paz común. Un servicio que es peligroso, incluso a su vida. Un servicio que, como pedimos a San Miguel Arcángel, exige una mente recta, una fuerte voluntad, los afectos sinceros y tranquilidad. Muchas gracias por este servicio. Que el Señor los bendiga a todos".

En la celebración estaba presente el Sub director de la Policía Alessandro Marangoni, el Director de la Oficina de Relaciones entre las autoridades del Vaticano y el Ministerio del Interior italiano, Salvatore Festa y el Director de la Inspección de Seguridad Pública en el Vaticano, Enrico Avola.

 (ACI/EWTN Noticias)

miércoles, 17 de abril de 2013

El Papa pide a todos los cristianos que anuncien a Cristo, porque ser cristiano es un don del Espíritu

VATICANO, 17 Abr. 13 / 01:32 pm

 Foto: Facebook/News.va Español

Al celebrar esta mañana la Misa cotidiana el Domus Santa Marta junto a los trabajadores del Vaticano, el Papa Francisco recordó que los cristianos deben asumir las consecuencias del su Bautismo y anunciar a Cristo porque sin este compromiso la Iglesia deja de ser madre.

Cuando dejamos de anunciar a Cristo "la Iglesia deja de ser madre, se convierte en una niñera, que cuida de los niños para hacer que se duerman. Es una Iglesia en estado latente", así que "pensemos en nuestro bautismo, en la responsabilidad de nuestro bautismo", explicó.

El Santo Padre recordó que "ser cristiano no es estudiar una carrera para convertirse en un abogado o en un médico cristiano, no. Ser cristiano es un don que nos hace ir adelante con el poder del Espíritu de anunciar a Jesucristo".

"Hay una gran responsabilidad para nosotros los bautizados: anunciar a Cristo, llevar adelante la Iglesia, esta maternidad fecunda de la Iglesia", insistió el Papa.

"A veces pensamos: ‘No, pero si yo soy cristiano. Fui bautizado, hice la confirmación, la primera comunión... el carnet de identidad y listo’. Y ahora, a dormir tranquilamente, eres un cristiano. Pero… ¿Dónde está el poder del Espíritu que te lleva a caminar?", cuestionó.

"Hace falta ser fieles al Espíritu para anunciar a Jesús con nuestra vida, con nuestro testimonio y con nuestras palabras".

El Pontífice recordó las persecuciones en Japón en el siglo 17, cuando los misioneros católicos fueron expulsados y las comunidades cristianas se mantuvieron por 200 años sin sacerdotes. A su regreso, los misioneros, encontraron "todas las comunidades en su lugar, todos los bautizados, catequizados todos, todos se casaron en la Iglesia", y eso "gracias al trabajo de los bautizados".

Durante la persecución de los primeros cristianos –recordó el Papa-, María "oraba mucho", y alentó a los bautizados para seguir adelante con valentía pese a la violenta persecución que estalló tras el martirio de San Esteban.

"Esto es un poco el estilo de vida de la Iglesia: entre la paz de la caridad y la persecución". Es lo que ocurre siempre en la historia "porque es el estilo de Jesús", dijo. 

Con la persecución, muchos fieles huyeron y se quedaron solos en el anuncio del Evangelio, sin sacerdotes, abandonaron su casa, no tenían nada, estaban en peligro, pero caminaron de lugar en lugar, anunciando la Palabra. 

"Llevaban con ellos la riqueza que tenían: la fe. La riqueza que el Señor les había dado... Pero tenían el valor de caminar y anunciar. ¡Y les creían! ¡Y hacían milagros!", exclamó Francisco.

"Estos primeros cristianos, que sólo tenían el poder del bautismo, que les dio la valentía apostólica, la fuerza del Espíritu, me hace pensar en nosotros, bautizados. Y me pregunto si tenemos esta fuerza y pienso: ¿Pero realmente creemos que con el bautismo basta, que es suficiente para evangelizar?".

"Pidamos al Señor la gracia de ser bautizados valientes y confiados del Espíritu que tenemos en nosotros, recibido del bautismo, que siempre nos anima a proclamar a Jesucristo en nuestra vida, a través de nuestro testimonio y también con nuestras palabras", concluyó.

 (ACI)

El Papa Francisco reza a Dios por las víctimas de terremoto en Irán y Pakistán

VATICANO, 17 Abr. 13 / 10:30 am.

 Papa Francisco. Foto: News.va

Al término de su Audiencia General, el Papa Francisco expresó su tristeza por el terremoto de 7,8 grados que golpeó el día 16-4-2013 Irán y Pakistán, y que dejó cerca de 70 muertos, el Santo Padre expresó su cercanía con todos los que sufren a causa de este seísmo.

“He recibido con tristeza la noticia del violento terremoto que ha golpeado a la población de Irán y Pakistán, acarreando muerte, sufrimiento y destrucción. Rezo a Dios por las víctimas y por todos aquellos que sufren y deseo manifestar al pueblo iraní y pakistaní mi cercanía”, expresó el Papa al final de la catequesis.

El terremoto golpeó el sureste de Irán, en la provincia de Sistán Baluchistán, una zona montañosa y desértica cerca de la frontera con Pakistán y Afganistán.

Sin embargo, el sismo también se sintió en la India. Incluso debieron evacuarse edificios en Qatar y en Dubái (Emiratos Árabes).

(ACI/EWTN Noticias)

El Papa recuerda que Jesús "nos defiende de las asechanzas del diablo"

VATICANO, 17 Abr. 13 / 10:00 am.

Papa Francisco. Foto: News.va 
Papa Francisco. Foto: News.va

Durante la Audiencia General de los miércoles, el Papa Francisco abordó la Ascensión de Cristo a los cielos e invitó a los 50.000 de fieles que asistieron a la Plaza de San Pedro a acudir a Jesús ante las asechanzas del diablo, pues Él es el abogado “que nos defiende siempre”.

“Durante la ascensión Jesús cumple el gesto de la bendición sacerdotal”, recordó el Papa. “Este es un primer punto importante: Jesús es el único y eterno Sacerdote, que con su pasión ha pasado por la muerte y la tumba, resucitó y ascendió a los cielos y está con Dios Padre, intercediendo por siempre en nuestro favor. Como escribe San Juan en su primera carta: Él es nuestro abogado, nuestro defensor ante el Padre”, añadió.

¡Qué bello es escuchar estas palabras! Cuando a uno lo cita un juez o tiene un pleito, lo primero que hace es buscarse un abogado para que lo defienda; nosotros tenemos uno que nos defiende siempre, nos defiende de las asechanzas del diablo, de nuestros pecados... No tengamos miedo de acudir a pedirle perdón, bendición y misericordia. Nos perdona siempre: es nuestro abogado; nos defiende siempre. ¡No lo olviden nunca!”, expresó.

Cristo, afirmó Francisco, “es como el jefe de un grupo de montañeros, que llegado a la cima, tira de nosotros y nos lleva a Dios. Si le confiamos nuestras vidas; si nos dejamos guiar por Él estamos seguros de estar en buenas manos”.

En ese sentido, explicó que Jesús sabe que “el camino de vuelta a la gloria del Padre pasa por la cruz, por la obediencia al designio divino de amor por la humanidad”, e indicó que “también nosotros hemos de saber que entrar en la gloria de Dios exige la fidelidad cotidiana a su voluntad, aun a costa de sacrificios y del cambio de nuestros programas".

Durante la catequesis, el Papa dijo que no es raro que luego de la Ascensión, los apóstoles regresaran a Jerusalén “con gran alegría”, pues a los ojos de la fe “entienden que aunque ya no lo vean con los ojos, Jesús permanece con ellos para siempre, no los abandona y en la gloria del Padre, los sostiene, los guía e intercede por ellos”.

Asimismo, explicó que Lucas coloca la Ascensión al comienzo de los Hechos de los Apóstoles, “para subrayar que este evento es como el eslabón que engancha y une la vida terrenal de Jesús con la de la Iglesia”.

Además menciona que dos hombres vestidos de blanco les instan a no quedarse inmóviles allí, sino a nutrir su vida y su testimonio con la certeza de que Jesús volverá de la misma manera en que ascendió al cielo.

Se trata de una invitación a partir de la contemplación del Señorío de Jesús, para recibir de él la fuerza de dar testimonio del Evangelio en la vida cotidiana: contemplar y actuar. ‘Ora et labora como San Benito enseña: ambas son necesarias en nuestra vida de cristianos”.

Finalmente Francisco reiteró su llamado a confiar en Cristo, el abogado “que nos espera y nos defiende” y que nos guía, “y con nosotros hay muchos hermanos y hermanas que...en la vida familiar y laboral, con sus problemas y dificultades, sus alegrías y esperanzas viven la fe día a día y llevan, con nosotros, al mundo del señorío del amor de Dios, en Cristo resucitado, ascendido al cielo, abogado nuestro”.

Al final de la audiencia, el Papa saludó a los obispos de Inglaterra y Gales y a los peregrinos polacos del santuario de San Andrés Bobola de Varsovia venidos a Roma en el 75 aniversario de la canonización del santo, uno de los patrones de Polonia, que fue sacerdote jesuita y mártir. “Ha dado la vida por la fe, la reconciliación de los hermanos y la unidad de la Iglesia. Que su intercesión ante Dios obtenga a la Iglesia el don de la unidad y la paz”, exclamó el Santo Padre.

(ACI/EWTN Noticias)

El Papa Francisco expresa su dolor y reza por víctimas de atentado en Boston

VATICANO, 16 Abr. 13 / 11:30 am.

 Papa Francisco. Foto: ACI Prensa
 Papa Francisco. Foto: ACI Prensa

El Papa Francisco expresó al Arzobispo de Boston (Estados Unidos), Cardenal Sean O’Malley, su tristeza por el atentado que ayer mató a tres personas –entre ellos un niño de ocho años-, e hirió a otras 140 durante la maratón de Boston (Massachusetts), y exhortó a la población a no dejarse vencer por el mal, sino combatirlo con el bien.

“Profundamente entristecido por la noticia de la pérdida de vidas y las graves heridas causadas por el acto de violencia perpetrado ayer por la tarde en Boston Su Santidad el Papa Francisco le asegura su afecto y cercanía en la oración”, señala el telegrama enviado por el Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone.

En el telegrama se indica que “tras esta tragedia insensata, Su Santidad invoca la paz de Dios para los muertos, su consuelo para los que sufren y su fortaleza para todos los que participan en las tareas de emergencia y socorro”.

“En este momento de luto el Santo Padre reza para que todos los bostonianos estén unidos en la decisión de no ser vencidos por el mal, sino de combatir el mal con el bien aunando sus esfuerzos para construir una sociedad cada vez más justa, libre y segura para las generaciones futuras”, finaliza el texto.

Según informó el New York Times, un ciudadano saudí de 20 años habría sido detenido como sospecho y estaría custodiado en un hospital de la capital de Massachusetts.

  (ACI/EWTN Noticias)

lunes, 15 de abril de 2013

Programa de televisión

Durante estos últimos aña, el entonces cardenal Jorge Bergoglio, actualmente S.S. Francisco, participó en un programa de televisión en el Canal 21 de Buenos Aires, tratando la visión religiosa sobre temas como la felicidad, el miedo, etc, desde un punto de vista bíblico, en companía del rabino Abraham Skorka. Muy interesante. Vídeo tomado del canal de Youtube del Canal 21.

Papa Francisco: «Donde hay calumnia está el mismo Satanás»

15/04/13 7:06 PM.

Homilía en el Domus de Santa Marta.

El Papa Francisco reflexionó en su homilía de esta mañana en el Domus Santa Marta sobre la fuerza destructora de la calumnia, a la que consideró «algo más» que un pecado porque nace del odio y busca destruir la obra de Dios. El Papa se refirió a las lecturas de hoy y reparó en el episodio de San Esteban, el primer mártir de la Iglesia, que es llevado ante el Sanedrín por su testimonio del Evangelio. El Santo Padre ha asegurado que esta es una era «de gran confusión espiritual».

 
El Pontífice explicó que Esteban fue una víctima de la calumnia. Se le acusa de «falso testimonio» y no protagoniza una «lucha justa, entre hombres de bien» porque sus enemigos eligieron el camino de una pelea sucia, «el camino de la calumnia».

Agregó que la calumnia es peor que el pecado – una expresión directa de Satanás. «Todos somos pecadores, todos cometemos pecados, pero la calumnia es otra cosa. Por supuesto que también es un pecado, pero es algo más. La calumnia apunta a destruir la obra de Dios, y proviene de una cosa muy mala: nace del odio y el odio es la obra de Satanás. La calumnia destruye la obra de Dios en las personas, en sus almas».

«Donde hay calumnia, está el mismo Satanás», agregó.

Refiriéndose al relato bíblico, el Papa recordó que Esteban no mintió para salvarse. «Él miró al Señor y obedeció la ley» y consideró que esto es lo que ocurre con la historia de la Iglesia porque desde el primer mártir hasta hoy, hay numerosos ejemplos de valientes testigos del Evangelio.
«La era de los mártires no ha terminado. Aun hoy podemos decir en verdad, que la Iglesia tiene ahora más mártires que en los primeros siglos. La Iglesia tiene muchos hombres y mujeres que son difamados por la calumnia, que son perseguidos, que son asesinados por odio a Jesús, por odio a la fe: algunos son asesinados porque enseñan el catecismo, otros son asesinados por usar la cruz. Hoy, en muchos países, son difamados, son perseguidos. Son nuestros hermanos y hermanas que sufren hoy en esta era de los mártires», afirmó.

Para el Papa, esta es una «era de gran confusión espiritual» y evocó un antiguo icono ruso que presenta a la Virgen María cubriendo al pueblo de Dios con su manto.
«Pidamos a Nuestra Señora que nos proteja, y en tiempos de turbulencia espiritual el lugar más seguro es bajo el manto de Nuestra Señora. Ella es la madre que cuida de la Iglesia, Y en este tiempo de mártires, ella es la protagonista, la protagonista de la protección. Ella es la Madre (...) Digamos con fe: Madre, la Iglesia está bajo tu protección. Cuida de la Iglesia».

 (ACI/EWTN/InfoCatólica)

El Papa dice que hay que: "dar testimonio de Cristo con la entrega de nosotros mismos, sin reservas, sin cálculos, a veces a costa incluso de nuestra vida".

VATICANO, 15 Abr. 13 / 11:10 am.

 http://www.aciprensa.com/imagespp/size500/ppfranciscosanpablo15042013.jpg
 Papa Francisco en Basílica San Pablo Extramuros. Foto: News.va


En su homilía ayer por la Misa del tercer domingo de Pascua, en su primera visita como Obispo de Roma a la Basílica de San Pablo Extramuros, el Papa Francisco señaló a los fieles que Dios nos pide proclamarlo “con la palabra y el testimonio de nuestra vida en lo cotidiano”.

El Santo Padre señaló que “el Señor nos llama cada día a seguirlo con valentía y fidelidad; nos ha concedido el gran don de elegirnos como discípulos suyos; nos invita a proclamarlo con gozo como el Resucitado, pero nos pide que lo hagamos con la palabra y el testimonio de nuestra vida en lo cotidiano”.

El Señor es el único, el único Dios de nuestra vida, y nos invita a despojarnos de tantos ídolos y a adorarle sólo a él. Anunciar, dar testimonio, adorar”, subrayó.

Refiriéndose a su visita a la Basílica de San Pablo Extramuros, Francisco indicó que “estamos sobre la tumba de san Pablo, un humilde y gran Apóstol del Señor, que lo ha anunciado con la palabra, ha dado testimonio de él con el martirio y lo ha adorado con todo el corazón”.

El Papa señaló que “Pedro y los Apóstoles anuncian con audacia, con parresia, aquello que han recibido, el Evangelio de Jesús. Y nosotros, ¿somos capaces de llevar la Palabra de Dios a nuestros ambientes de vida? ¿Sabemos hablar de Cristo, de lo que representa para nosotros, en familia, con los que forman parte de nuestra vida cotidiana?”.

La fe nace de la escucha, y se refuerza con el anuncio”, subrayó.
Además, remarcó el Papa, “el anuncio de Pedro y de los Apóstoles no consiste sólo en palabras, sino que la fidelidad a Cristo entra en su vida, que queda transformada, recibe una nueva dirección, y es precisamente con su vida con la que dan testimonio de la fe y del anuncio de Cristo”.

El pedido hecho tres veces por Jesús a Pedro de apacientar su grey y su anuncio de que “cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras” está dirigida “a nosotros, los Pastores”, dijo el Papa.

No se puede apacentar el rebaño de Dios si no se acepta ser llevados por la voluntad de Dios incluso donde no queremos, si no hay disponibilidad para dar testimonio de Cristo con la entrega de nosotros mismos, sin reservas, sin cálculos, a veces a costa incluso de nuestra vida”.

El Santo Padre subrayó que “esto vale para todos: el Evangelio ha de ser anunciado y testimoniado. Cada uno debería preguntarse: ¿Cómo doy yo testimonio de Cristo con mi fe? ¿Tengo el valor de Pedro y los otros Apóstoles de pensar, decidir y vivir como cristiano, obedeciendo a Dios?”.

“Es verdad que el testimonio de la fe tiene muchas formas, como en un gran mural hay variedad de colores y de matices; pero todos son importantes, incluso los que no destacan”.

El Papa indicó que “hay santos del cada día, los santos ‘ocultos’, una especie de ‘clase media de la santidad’, como decía un escritor francés, esa ‘clase media de la santidad’ de la que todos podemos formar parte”.

“Pero en diversas partes del mundo hay también quien sufre, como Pedro y los Apóstoles, a causa del Evangelio; hay quien entrega la propia vida por permanecer fiel a Cristo, con un testimonio marcado con el precio de su sangre”.

El Santo Padre también advirtió que “la incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia”.

Anunciar y dar testimonio de Dios solamente es posible, indicó el Papa “si reconocemos a Jesucristo, porque es él quien nos ha llamado, nos ha invitado a recorrer su camino, nos ha elegido”.

Francisco advirtió la importancia de “vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como ‘el Señor’”.

El Papa pidió además que “nos hiciéramos todos una pregunta: Tú, yo, ¿adoramos al Señor? ¿Acudimos a Dios sólo para pedir, para agradecer, o nos dirigimos a él también para adorarlo?”.

Pero, entonces, ¿qué quiere decir adorar a Dios? Significa aprender a estar con él, a pararse a dialogar con él, sintiendo que su presencia es la más verdadera, la más buena, la más importante de todas”.

El Santo Padre señaló que “adorar al Señor quiere decir darle a él el lugar que le corresponde; adorar al Señor quiere decir afirmar, creer –pero no simplemente de palabra– que únicamente él guía verdaderamente nuestra vida; adorar al Señor quiere decir que estamos convencidos ante él de que es el único Dios, el Dios de nuestra vida, el Dios de nuestra historia”.

Adorar a Dios, indicó el Papa, “tiene una consecuencia en nuestra vida: despojarnos de tantos ídolos, pequeños o grandes, que tenemos, y en los cuales nos refugiamos, en los cuales buscamos y tantas veces ponemos nuestra seguridad”.

Estos ídolos a menudo los tenemos bien escondidos, dijo, como “pueden ser la ambición, el carrerismo, el gusto del éxito, el poner en el centro a uno mismo, la tendencia a estar por encima de los otros, la pretensión de ser los únicos amos de nuestra vida, algún pecado al que estamos apegados, y muchos otros”.

Esta tarde quisiera que resonase una pregunta en el corazón de cada uno, y que respondiéramos a ella con sinceridad: ¿He pensado en qué ídolo oculto tengo en mi vida que me impide adorar al Señor? Adorar es despojarse de nuestros ídolos, también de esos más recónditos, y escoger al Señor como centro, como vía maestra de nuestra vida”.

 (ACI/EWTN Noticias)

domingo, 14 de abril de 2013

El Papa afirma que: "La incoherencia mina la credibilidad de la Iglesia"

14/04/13 7:27 PM.


En la Misa Solemne por la Toma de Posesión de la Basílica de San Pablo Extramuros el Papa Francisco ha celebrado la Misa en la Basílica de San Pablo Extramuros a las 17,30 horas con motivo de su primera visita a esta Basílica papal de Roma. Al llegar, se dirigió al Sepulcro de S.Pablo donde se recogió en oración. Antes de la celebración eucarística, el Cardenal James Michael Harvey, Arcipreste de la Basílica de San Pablo, le ha dirigido un saludo. Al finalizar la Misa el Papa se ha dirigido a la Capilla del Crucifijo para venerar el icono de la Virgen María.
 El Papa Francisco ha remarcado que «no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida» y ha alertado de que «la incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, minan la credibilidad de la Iglesia», durante la Misa celebrada en la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma.

El Pontífice ha visitado por primera vez esta Basílica papal de Roma, a su llegada ha visitado la tumba de San Pablo y se ha detenido a rezar, y después ha celebrado una Misa a las 17,30 horas concelebrada por el arcipreste de la Basílica de San Pablo Extramuros y exprefecto de la Casa Pontificia, el cardenal James Michael Harvey; los arciprestes eméritos, el cardenal Andrea Cordero Lanza di Montezemolo y el cardenal Francesco Monterisi; así como el padre abad benedictino de la abadía de San Pablo extramuros, el padre Edmund Power.

Durante la homilía, ha recordado que san Pablo fue «un humilde y gran Apóstol del Señor, que ha anunciado a Dios con la palabra, ha dado testimonio de él con el martirio y le ha adorado con todo el corazón».

En esta línea, el Papa Francisco ha destacado que «no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida» porque quien escucha y ve «debe poder leer en los actos eso mismo que oye en los labios, y dar gloria a Dios».

Además, el Papa ha indicado que el anuncio del Evangelio «solamente es posible si se reconoce a Jesucristo» porque es Él quien ha llamado y ha invitado a recorrer su camino, por lo que «anunciar y dar testimonio es posible únicamente si se está junto a él, justamente como Pedro, Juan y los otros discípulos estaban en torno a Jesús resucitado», ha destacado.

Asimismo, el Pontífice ha apuntado que «la fe nace de la escucha, y se refuerza con el anuncio», pero ha recordado que «el anuncio de Pedro y de los Apóstoles no consiste sólo en palabras, sino que la fidelidad a Cristo entra en su vida, que queda transformada, recibe una nueva dirección, y es precisamente con su vida con la que dan testimonio de la fe y del anuncio de Cristo».
El Santo Padre también ha dirigido unas palabras especiales a los pastores. «No se puede apacentar el rebaño de Dios si no se acepta ser llevados por la voluntad de Dios incluso donde no queremos, si no hay disponibilidad para dar testimonio de Cristo con la entrega de nosotros mismos, sin reservas, sin cálculos, a veces a costa incluso de nuestra vida», ha señalado.

Además, ha agregado que esto vale para todos porque «el Evangelio ha de ser anunciado y testimoniado» ya que «el testimonio de la fe tiene muchas formas, como en un gran mural hay variedad de colores y de matices; donde todos son importantes, incluso los que no destacan». «En el gran designio de Dios, cada detalle es importante, también el pequeño y humilde testimonio tuyo y mío, también ese escondido de quien vive con sencillez su fe en lo cotidiano de las relaciones de familia, de trabajo, de amistad», ha explicado.

En este sentido, el Papa ha recordado que «hay santos del cada día, los santos ‘ocultos’, una especie de ‘clase media de la santidad’, de la que todos pueden formar parte» y también ha recordado también que «en diversas partes del mundo hay también quien sufre, como Pedro y los Apóstoles, a causa del Evangelio; hay quien entrega la propia vida por permanecer fiel a Cristo, con un testimonio marcado con el precio de su sangre».

Por último, el Papa ha invitado a «vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida» para reconocerlo como el Señor y adorarlo y ha explicado que ‘adorar’ significa «aprender a estar con él, a pararse a dialogar con él, sintiendo que su presencia es la más verdadera, la más buena, la más importante de todas» porque adorar al Señor quiere decir «darle a él el lugar que le corresponde», «creer - pero no simplemente de palabra - que únicamente él guía verdaderamente la vida».

En este punto, el Papa Francisco ha invitado a despojarse «de tantos ídolos, pequeños o grandes» que se tienen en los cuales se pone la seguridad, como son «la ambición, la búsqueda del éxito, el poner en el centro a uno mismo o la tendencia a estar por encima de los otros» y a «escoger al Señor como centro, como vía maestra de la vida».

Al finalizar su homilía, el Pontífice ha remarcado que el Señor «llama cada día a seguirle con valentía y fidelidad» y envía a «proclamarlo con gozo como el Resucitado» pero pide hacerlo «con la palabra y el testimonio de la vida en lo cotidiano» ya que «el Señor es el único, el único Dios de la vida e invita a despojarse de tantos ídolos y a adorarle sólo a Él».

Después de la Misa, el Papa Francisco ha visitado la capilla del crucifijo para venerar el icono de la Virgen ‘Theotokos Hodigitria’ (Madre de Dios que indica el camino), del siglo XIII, delante del cual el 22 de abril de 1541 San Ignacio de Loyola y sus primeros compañeros hicieron la profesión religiosa solemne, evento fundamental para el inicio de la Compañía de Jesús.
Con esta visita a San Pablo Extramuros, el nuevo Obispo de Roma, ha visitado las cuatro basílicas mayores de Roma en su primer mes de su Pontificado.

 (InfoCatólica/EFE)

Texto de la homilía completa del Santo Padre:

Queridos Hermanos y Hermanas.
Me alegra celebrar la Eucaristía con ustedes en esta Basílica. Saludo al Arcipreste, el Cardenal James Harvey, y le agradezco las palabras que me ha dirigido; junto a él, saludo y doy las gracias a las diversas instituciones que forman parte de esta Basílica, y a todos vosotros. Estamos sobre la tumba de san Pablo, un humilde y gran Apóstol del Señor, que lo ha anunciado con la palabra, ha dado testimonio de él con el martirio y lo ha adorado con todo el corazón. Estos son precisamente los tres verbos sobre los que quisiera reflexionar a la luz de la Palabra de Dios que hemos escuchado: anunciar, dar testimonio, adorar.
En la Primera Lectura llama la atención la fuerza de Pedro y los demás Apóstoles. Al mandato de permanecer en silencio, de no seguir enseñando en el nombre de Jesús, de no anunciar más su mensaje, ellos responden claramente: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres». Y no los detiene ni siquiera el ser azotados, ultrajados y encarcelados. Pedro y los Apóstoles anuncian con audacia, con parresia, aquello que han recibido, el Evangelio de Jesús. Y nosotros, ¿somos capaces de llevar la Palabra de Dios a nuestros ambientes de vida? ¿Sabemos hablar de Cristo, de lo que representa para nosotros, en familia, con los que forman parte de nuestra vida cuotidiana? La fe nace de la escucha, y se refuerza con el anuncio. Pero demos un paso más: el anuncio de Pedro y de los Apóstoles no consiste sólo en palabras, sino que la fidelidad a Cristo entra en su vida, que queda transformada, recibe una nueva dirección, y es precisamente con su vida con la que dan testimonio de la fe y del anuncio de Cristo. En el Evangelio, Jesús pide a Pedro por tres veces que apaciente su grey, y que la apaciente con su amor, y le anuncia: «Cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras» (Jn 21,18). Esta es una palabra dirigida a nosotros, los Pastores: no se puede apacentar el rebaño de Dios si no se acepta ser llevados por la voluntad de Dios incluso donde no queremos, si no hay disponibilidad para dar testimonio de Cristo con la entrega de nosotros mismos, sin reservas, sin cálculos, a veces a costa incluso de nuestra vida. Pero esto vale para todos: el Evangelio ha de ser anunciado y testimoniado. Cada uno debería preguntarse: ¿Cómo doy yo testimonio de Cristo con mi fe? ¿Tengo el valor de Pedro y los otros Apóstoles de pensar, decidir y vivir como cristiano, obedeciendo a Dios? Es verdad que el testimonio de la fe tiene muchas formas, como en un gran mural hay variedad de colores y de matices; pero todos son importantes, incluso los que no destacan. En el gran designio de Dios, cada detalle es importante, también el pequeño y humilde testimonio tuyo y mío, también ese escondido de quien vive con sencillez su fe en lo cotidiano de las relaciones de familia, de trabajo, de amistad. Hay santos del cada día, los santos «ocultos», una especie de «clase media de la santidad», de la que todos podemos formar parte. Pero en diversas partes del mundo hay también quien sufre, como Pedro y los Apóstoles, a causa del Evangelio; hay quien entrega la propia vida por permanecer fiel a Cristo, con un testimonio marcado con el precio de su sangre.
Recordémoslo bien todos: no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye en nuestros labios, y dar gloria a Dios. La incoherencia de los fieles y los Pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, minan la credibilidad de la Iglesia.
Pero todo esto solamente es posible si reconocemos a Jesucristo, porque es él quien nos ha llamado, nos ha invitado a recorrer su camino, nos ha elegido. Anunciar y dar testimonio es posible únicamente si estamos junto a él, justamente como Pedro, Juan y los otros discípulos estaban en torno a Jesús resucitado, como dice el pasaje del Evangelio de hoy; hay una cercanía cotidiana con él, y ellos saben muy bien quién es, lo conocen. El Evangelista subraya que «ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor» (Jn 21,12). Esto es un punto importante para nosotros: vivir una relación intensa con Jesús, una intimidad de diálogo y de vida, de tal manera que lo reconozcamos como «el Señor», lo adoremos. El pasaje del Apocalipsis que hemos escuchado nos habla de la adoración: miríadas de ángeles, todas las creaturas, los vivientes, los ancianos, se postran en adoración ante el Trono de Dios y el Cordero inmolado, que es Cristo, a quien se debe alabanza, honor y gloria (cf. Ap 5,11-14). Quisiera que nos hiciéramos todos una pregunta: Tú, yo, ¿adoramos al Señor? ¿Acudimos a Dios sólo para pedir, para agradecer, o nos dirigimos a él también para adorarlo? Pero, entonces, ¿qué quiere decir adorar a Dios? Significa aprender a estar con él, a pararse a dialogar con él, sintiendo que su presencia es la más verdadera, la más buena, la más importante de todas. Cada uno de nosotros, en la propia vida, de manera consciente y tal vez a veces sin darse cuenta, tiene un orden muy preciso de las cosas consideradas más o menos importantes. Adorar al Señor quiere decir darle a él el lugar que le corresponde; adorar al Señor quiere decir afirmar, creer – pero no simplemente de palabra – que únicamente él guía verdaderamente nuestra vida; adorar al Señor quiere decir que estamos convencidos ante él de que es el único Dios, el Dios de nuestra vida, de nuestra historia.
Esto tiene una consecuencia en nuestra vida: despojarnos de tantos ídolos, pequeños o grandes, que tenemos, y en los cuales nos refugiamos, en los cuales buscamos y tantas veces ponemos nuestra seguridad. Son ídolos que a menudo mantenemos bien escondidos; pueden ser la ambición, el gusto del éxito, el poner en el centro a uno mismo, la tendencia a estar por encima de los otros, la pretensión de ser los únicos amos de nuestra vida, algún pecado al que estamos apegados, y muchos otros. Esta tarde quisiera que resonase una pregunta en el corazón de cada uno, y que respondiéramos a ella con sinceridad: ¿He pensado en qué ídolo oculto tengo en mi vida que me impide adorar al Señor? Adorar es despojarse de nuestros ídolos, también de esos más recónditos, y escoger al Señor como centro, como vía maestra de nuestra vida. Queridos hermanos y hermanas, el Señor nos llama cada día a seguirlo con valentía y fidelidad; nos ha concedido el gran don de elegirnos como discípulos suyos; nos envía a proclamarlo con gozo como el Resucitado, pero nos pide que lo hagamos con la palabra y el testimonio de nuestra vida en lo cotidiano. El Señor es el único, el único Dios de nuestra vida, y nos invita a despojarnos de tantos ídolos y a adorarle sólo a él. Que la Santísima Virgen María y el Apóstol Pablo nos ayuden en este camino, e intercedan por nosotros.

sábado, 13 de abril de 2013

El Papa Francisco afirma que: "el triunfalismo no es cristiano"

VATICANO, 12 Abr. 2013 / 10:51 am.

 Papa Francisco. Foto: News.va

 Durante la Misa celebrada esta mañana en el Domus Santa Marta, el Papa Francisco recordó que el cristiano debe mantenerse siempre humilde y alejarse de la tentación del  triunfalismo.

“Que el Señor nos salve de las fantasías del triunfalismo, porque el triunfalismo no es cristiano, no es del Señor. El camino del Señor es el camino de cada día, en la presencia de Dios”, afirmó.

Según informó Radio Vaticana, en la ceremonia también participaron los miembros de la Librería Editorial Vaticana, así como los trabajadores de la farmacia y la perfumería del Vaticano.

El Papa dedicó su homilía a reflexionar sobre las palabras de Gamaliel al Sanedrín, en las que pide esperar para ver qué pasará con los seguidores de Jesús.

“Este es un consejo sabio también para nuestra vida, porque el tiempo es el mensajero de Dios: Dios nos salva a través del tiempo, no del momento. A veces hace milagros, pero en la vida común, nos salva con el tiempo”, nos salva “en la historia”, en la “historia personal” de cada uno.

El Papa recordó que el Señor no se comporta “como un hada con su varita mágica, sino que por el contrario, da la gracia, y dice –tal y como decía a aquellos quienes sanaba-: ‘Camina en tu vida, da testimonio de todo lo que el Señor hace con nosotros”.

En este sentido, el Papa Francisco lamentó “una gran tentación” que anida en la vida cristiana: “la del triunfalismo. Una tentación que también los apóstoles tuvieron”.

“La tuvo Pedro, cuando asegura solemnemente que no negará a su Señor. O el pueblo, después de participar en la multiplicación de los panes. El triunfalismo –prosiguió-, no es del Señor. Él entró en la Tierra humilde: hizo su vida por 30 años, creció como un niño normal, tuvo la prueba del trabajo, y finalmente de la Cruz. Y al final, resucitó”.

“Por tanto, el Señor enseña que en la vida no todo es mágico, que el triunfalismo no es cristiano. Porque la vida está hecha de una normalidad vivida con Cristo, y cada día”.

“Esta es la gracia que tenemos que pedir. La de la perseverancia. Ser perseverantes en el camino del Señor, hasta el final, todos los días”, concluyó.

  (ACI/EWTN Noticias)

viernes, 12 de abril de 2013

La interpretación de las Sagradas Escrituras debe ser siempre confrontada y autentificada por la tradición viva de la Iglesia

12/04/13 12:59 PM.
 

El Papa Francisco recibió este mediodía a los miembros de la Pontificia Comisión Bíblica, encabezados por su Presidente, el Arzobispo Gerhard Ludwig Müller, tras la celebración de su Asamblea plenaria anual. Al recordar que han profundizado el tema de «la inspiración y la verdad de la Biblia», el Santo Padre destacó la importancia que tiene no sólo para cada creyente, sino para la Iglesia entera, puesto que «la vida y la misión de la Iglesia se fundan en la Palabra de Dios, que es alma de la teología y, al mismo tiempo, inspiradora de toda la existencia cristiana».
 
El Papa afirmó que las Sagradas Escrituras son el testimonio en forma escrita de la Palabra divina, el memorial canónico que atestigua el evento de la Revelación, razón por la cual la Palabra de Dios, «precede y excede la Biblia». De ahí que nuestra fe «no tiene en el centro sólo un libro, sino una historia de salvación y, sobre todo, a una Persona, Jesucristo, Palabra de Dios hecha carne».

Y precisamente porque el horizonte de la Palabra divina abraza y se extiende más allá de la Escritura, el Papa afirmó que para comprenderla adecuadamente, es necesaria la constante presencia del Espíritu Santo que «guía toda la verdad» (Jn 16, 13). Es necesario colocarse en la corriente de la gran Tradición que, bajo la asistencia del Espíritu Santo y la guía del Magisterio, ha reconocido los escritos canónicos como Palabra que Dios dirige a su pueblo y jamás ha dejado de meditarlos y de descubrir sus inagotables riquezas, tal como lo reafirmó el Concilio Vaticano II en la Constitución dogmática Dei Verbum.

Tras recordar que existe una unidad inseparable entre la Sagrada Escritura y la Tradición, porque ambas provienen de una misma fuente, el Papa explicó que de ahí se desprende que «el exégeta debe estar atento a percibir la Palabra de Dios presente en los textos bíblicos colocándolo dentro de la misma fe de la Iglesia». 

"Para la correcta interpretación de las Escrituras":

La interpretación de las Sagradas Escrituras no puede ser sólo un esfuerzo científico individual, sino que debe ser siempre confrontada, insertada y autentificada por la tradición viva de la Iglesia. Esta norma es decisiva para precisar la correcta y recíproca relación entre la exégesis y el Magisterio de la Iglesia. Los textos inspirados por Dios han sido confiados a la Comunidad de los creyentes, a la Iglesia de Cristo, para alimentar la fe y guiar la vida de la caridad. El respeto de esta naturaleza profunda de las Escrituras condiciona la misma validez y la eficacia de la hermenéutica bíblica. Esto comporta la insuficiencia de toda interpretación subjetiva o sencillamente limitada a un análisis incapaz de acoger en sí ese sentido global que en el curso de los siglos ha constituido la Tradición del entero Pueblo de Dios.

El Papa Francisco concluyó con estas palabras:
Queridos Hermanos, deseo concluir mi intervención formulando a todos ustedes mi agradecimiento y animándolos en su valioso trabajo. Que el Señor Jesucristo, Verbo de Dios encarnado y divino Maestro que ha abierto la mente y el corazón de sus discípulos a la inteligencia de las Escrituras (Cfr. Lc 24, 45), guíe y sostenga siempre su actividad. Que la Virgen María, modelo de docilidad y obediencia a la Palabra de Dios, les enseñe a acoger plenamente la riqueza inagotable de la Sagrada Escritura no sólo a través de la investigación intelectual, sino en la oración y en toda su vida de creyentes, sobre todo en este Año de la fe, a fin de que su trabajo contribuya a hacer resplandecer la luz de la Sagrada Escritura en el corazón de los fieles. Deseándoles una fructuosa continuación de sus actividades, invoco sobre ustedes la luz del Espíritu Santo e imparto a todos mi Bendición Apostólica.
(News.va/InfoCatólica)

Para más información:

miércoles, 10 de abril de 2013

La tentación de dejar de lado a Dios para ponernos a nosotros mismos en el centro nos acecha siempre

10/04/13 3:00 PM.

Audiencia general del papa Francisco:
El Santo Padre ha dedicado la catequesis de la audiencia general de los miércoles al valor salvífico de la resurrección de Jesús. El Papa ha explicado que la fe cristiana «se basa en la muerte y resurrección de Cristo, como una casa construida sobre los cimientos: si estos ceden, toda la casa se derrumba. En la cruz, Jesús se ofrece a sí mismo, tomando sobre sí nuestros pecados y descendiendo en el abismo de la muerte y en la resurrección los derrota, los elimina y abre el camino para renacer a una nueva vida».

 
«Con la resurrección de Jesús, ha proseguido, sucede algo absolutamente nuevo: somos liberados de la esclavitud del pecado y nos convertimos en hijos de Dios, somos engendrados a una nueva vida. ¿Cuando ocurre ésto? En el Sacramento del Bautismo que en la antigüedad, se recibía normalmente por inmersión ... después del cual los bautizados salían de la pila y se ponían la nueva vestidura blanca, es decir nacían a una nueva vida, sumergiéndose en la muerte y resurrección de Cristo. En la Carta a los Romanos San Pablo escribe: «Habéis recibido el Espíritu que os hace hijos adoptivos, por medio del cual exclamamos:«¡Abba! Padre». El Espíritu que hemos recibido en el bautismo nos enseña, nos empuja a llamar a Dios «Padre» o mejor. «Abbà» que significa «papá». Así es nuestro Dios: es un papá para nosotros. Este es el don más grande que recibimos del Misterio Pascual de Jesús. Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza, nos ama aun cuando nos equivocamos».
Sin embargo, esta relación filial con Dios «no es como un tesoro que escondemos en un rincón de nuestras vidas: debe crecer, ser alimentada cada día con la escucha de su Palabra la oración, la participación en los sacramentos, sobre todo la Penitencia y la Eucaristía y la caridad. ¡Podemos vivir como hijos! Esta es nuestra dignidad, tenemos dignidad de hijos. Comportémonos como verdaderos hijos. Esto significa que cada día tenemos que dejar que Cristo nos transforme ...significa tratar de vivir como cristianos, tratar de seguirle, incluso si vemos nuestras limitaciones y nuestras debilidades. La tentación de dejar de lado a Dios para ponernos a nosotros mismos en el centro nos acecha siempre...Por eso tenemos que tener el valor de la fe y no dejarnos llevar por la mentalidad de quien nos dice: «Dios no hace falta, no es importante para ti.» Al contrario, sólo comportándonos como hijos de Dios, sin desanimarnos por las caídas, sintiendo que nos ama nuestra vida será nueva, inspirada por la serenidad y la alegría. ¡Dios es nuestra fuerza! ¡Dios es nuestra esperanza!
«Nosotros somos los primeros que tienen que mantenerse firmes en esta esperanza y ser un signo visible, claro y brillante para todos. El Señor resucitado es la esperanza que no falla, que no defrauda. ¿Cuántas veces en nuestra vida las esperanzas se desvanecen? ¿Cuántas veces las expectativas de nuestros corazones no se hacen realidad? La esperanza de los cristianos es fuerte, segura, arraigada en esta tierra, donde Dios nos ha llamado a caminar, y está abierta a la eternidad, porque está fundada en Dios, que es siempre fiel... Ser cristiano no se reduce a seguir unas órdenes: quiere decir estar en Cristo, pensar, actuar y amar como Él, es dejar que él tome posesión de nuestra vida y la cambie, la transforme, para liberarla de la oscuridad del mal y del pecado».
«A quien nos pide dar cuenta de la esperanza que hay en nosotros, mostremósle a Cristo Resucitado y hagámoslo con el anuncio de la Palabra, pero sobre todo con nuestra vida de resucitados. Mostremos la alegría de ser hijos de Dios, que nos da la libertad de vivir en Cristo, que es la verdadera libertad, la de la esclavitud del mal, del pecado y de la muerte! Miremos a la patria celestial y así tendremos una nueva luz y más fuerza en nuestras tareas y esfuerzos diarios. Es un valioso servicio que tenemos que prestar a este mundo nuestro que a menudo ya no es capaz de levantar la mirada hacia arriba, hacia Dios».
Al final de la audiencia el Papa ha bajado a la Plaza para saludar y abrazar a las personas discapacitadas que asistían a la catequesis.

(VIS)

El Papa recibe al secretario general de la ONU

VATICANO, 09 Abr. 13 / 09:49 am



El Papa Francisco recibió esta mañana (9 de Abril de 2013) al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, con quien abordó la actual crisis en la península coreana y la violencia en Siria, entre otros temas de interés recíproco.

“En particular se ha hablado de las situaciones de conflicto y de grave emergencia humanitaria, sobre todo en Siria, y de otras, como las de la península coreana y del continente africano, donde la paz y la estabilidad se ven amenazadas”, informó la Sala de Prensa de la Santa Sede.

Explicó que el encuentro entre ambos líderes “se sitúa en la línea de las audiencias que los pontífices conceden a los diversos Secretarios Generales de las Naciones Unidas y expresa la estima de la Santa Sede por el papel clave de las Naciones Unidas en la defensa de la paz en el mundo, en la promoción del bien común de la humanidad y en la tutela de los derechos fundamentales del ser humano”.

En ese sentido, la reunión también sirvió para abordar problemáticas como la “trata de personas, especialmente de las mujeres, y los de los refugiados y emigrantes”.

“El Secretario General de la ONU, que ha iniciado hace poco su segundo mandato, ha presentado su programa para el próximo quinquenio, centrado, entre otras cosas en la prevención de los conflictos, la solidaridad internacional y el desarrollo económico ecuo y sostenible”, añadió el comunicado.

Por su parte, el Papa Francisco recordó también “la aportación de la Iglesia Católica, a partir de su identidad y de los medios que le son propios, en favor de la dignidad humana integral y de la promoción de una ‘cultura del encuentro’ que concurra a los fines institucionales más elevados de la ONU”.

(ACI/EWTN Noticias).

martes, 9 de abril de 2013

Buscar la unidad a través de los mártires cristianos

VATICANO, 08 Abr. 13 / 08:41 pm

El Papa Francisco recibió esta mañana en audiencia privada al presidente de la Iglesia Evangélica en Alemania, Nikolaus Schneider, a quien recordó la importancia del mensaje de unión entre cristianos, que ofrecieron los mártires al entregar su vida en defensa de la fe común.

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, explicó a través de Radio Vaticana, que Schneider llegó acompañado por su esposa y una delegación. En su encuentro felicitó al Santo Padre “por el inicio de tan feliz y entusiasmante nuevo pontificado”.

Además, manifestó su aprecio por la elección del nombre “Francisco”, porque “es el nombre de un santo que habla a todos los cristianos de manera extremadamente eficaz”.

El representante anglicano también mostró su pesar por las lluvias en Argentina y expresó al Santo Padre su cercanía con su pueblo natal.

Según el P. Lombardi, la conversación se centró sobre el tema del ecumenismo y, de manera particular, sobre el valor del mensaje de los mártires en este campo.

“La sangre derramada por los mártires es algo que une profundamente las diversas confesiones cristianas en el testimonio común por Cristo”, señaló el P. Lombardi.

 (ACI/EWTN Noticias)

lunes, 8 de abril de 2013

El Papa Francisco destaca que la regla de oro del cristiano es la humildad

08/04/13 8:21 PM.



El Papa Francisco ha destacado que «la regla de oro» del cristiano es «progresar, avanzar y rebajarse» y ha insistido en que si una persona «no se rebaja, no es cristiana», durante la Misa celebrada este lunes por la mañana en la capilla de la Casa San Marta en la que algunas hermanas de la caridad han renovado sus votos y en la ha participado el personal del Centro Televisivo Vaticano (CTV).

Asimismo, el Pontífice en la Misa celebrada este lunes, fiesta litúrgica de la Anunciación, ha destacado que Dios «no es un Dios falso», «un Dios de madera, hecho por los hombres», sino que es un Dios que «prefiere el camino de la humildad», que es el mismo camino seguido por Jesús, un camino por el que se humilló hasta la Cruz.

Además, el Papa ha señalado que «la humildad cristiana se eleva a Dios para que quien es testigo sepa ‘rebajarse’ para darle espacio a su caridad». En este sentido, ha rememorado el camino que María y José recorren hasta Belén, la humildad de María que deja su alma a la voluntad de Dios, pese a no entender bien lo que ocurre y cómo José se rebaja para llevar sobre sí la responsabilidad del hijo que espera su esposa.

En esta línea, el Pontífice ha indicado que este camino de la humildad es «opuesto al de los ídolos fuertes» que se hacen escuchar y que dicen ‘Aquí mando yo’. No obstante, ha agregado que «ser humildes no significa ir por la vida con la cabeza bajada, sino recorrer ese camino que lleva de la humildad a la caridad.

Finalmente, el Papa Francisco ha invitado a solicitar «la gracia de la humildad, pero de esta humildad que pasa por el camino de la caridad» y ha finalizado que «si no hay humildad, el amor permanece bloqueado y no puede fluir».

(EP/InfoCatólica)

domingo, 7 de abril de 2013

Ceremonia de la toma de posesión de la Cátedra de Roma por el Santo Padre

07/04/13 7:58 PM

 

Poco antes de la ceremonia, el alcalde de Roma develó, ante la presencia del Papa, la placa de la parte de la plaza de San Juan, la que está enfrente de la Basílica, que fue dedicada a Juan Pablo II. El Papa bendijo la placa y el espacio que ocupa. El Papa llegó a San Juan de Letrán y lo acogieron, ante el Palacio del vicariato, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, y el cardenal vicario Agostino Vallini.

Cuando entró en la Basílica, saludó uno por uno a los discapacitados que se encontraban entre las primeras filas. Poco antes, había atravesado el gran atrio de la catedral de Roma. Al inclinarse a saludar a los fieles, el Papa perdió el solideo blanco porque hacía mucho viento y siguió dando la vuelta entre los fieles con la cabeza descubierta. En la plaza que desde hoy está dedicada a Juan Pablo II, el Papa bendijo la placa que dice: «Largo Beato Juan Pablo II – Pontífice de 1978 a 2005».

En el patio de la Basílica de San Juan de Letrán, el Papa Francisco besó la Cruz, como se hace normalmente en la «toma de posesión» de una Basílica por parte de un obispo. Después hizo la señal de la Cruz sobre su frente y sobre la del cardenal Vallini, su vicario para Roma. Un gesto que no está previsto por el protocolo de la ceremonia. Se trata de una confirmación implícita del purpurado en el papel de principal colaborador pastoral del nuevo Pontífice en relación con la Ciudad Eterna.

Un largo aplauso de los fieles, que llenaron la Iglesia de San Juan de Letrán, subrayó el momento en el que el Papa Francisco se sentó en la Cátedra de la Basílica Lateranense, tomando posesión oficialmente como Obispo de Roma en su catedral. A su lado, el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, y el vicario emérito Camillo Ruini, los dos purpurados que celebraron la misa con el Pontífice en el Domingo de Resurrección. El cardenal vicario Vallini hizo un saludo en nombre de la Iglesia de Roma. El Papa lo escuchó de pie y se sentó en la Cátedra cuando hubo terminado.

«Dios no es impaciente como nosotros, que queremos todo e inmediatamente, incluso con las personas», indicó el sumo pontífice en la homilía, y añadió: «Dios es paciente con nosotros porque nos ama, y quien ama comprende, espera, da confianza, no abandona, no destruye los puentes, sabe perdonar, nos espera siempre, incluso cuando nos hemos alejado».

«Dios nunca está lejos y, si volvemos a Él, está listo para abrazarnos», explicó el Papa. De hecho, «la paciencia de Dios debe encontrar en nosotros la valentía de volver a él, a pesar de los pecados y errores que pudiera haber en nuestra vida; al sentir mi pecado, al ver mi pecado, yo puedo ver y encontrar la misericordia de Dios, su amor e ir hacia Él para recibir el perdón». Después, el Papa contó que «en mi vida personal he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto también en muchas personas la valentía de entrar en las llagas de Jesús diciéndole: «Señor, estoy aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo con tu sangre». Y siempre he visto que Dios lo ha hecho: ha acogido, consolado, lavado, amado».

Por ello, indicó, «dejémonos envolver por la misericordia de Dios; confiemos en su paciencia que siempre nos da tiempo; tengamos la valentía de volver a su casa, de habitar en las heridas de su amor, dejándonos amar por Él, encontrar su misericordia en los Sacramentos». De esta manera, «sentiremos su ternura, sentiremos su abrazo».

Al concluir la celebración, el Papa Francisco subió al balcón de la Basílica de San Juan de Letrán para saludar a los fieles (un gesto que no se verificaba desde hace décadas): «Hermanos y hermanas, buenas tardes, les agradezco compañía y les pido que recen por mí, que lo necesito», pidió.

 (VI/InfoCatólica)