lunes, 25 de noviembre de 2013

Misericordina / En el templo se adora al Señor

VATICANO, 18 Nov. 13 / 09:03 am

http://www.aleteia.org/image/es/article/misericordina-la-medicina-del-papa-para-el-ano-de-la-fe-15534002/misericordina_es/topic

En sus palabras posteriores al rezo del Ángelus este domingo en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco recomendó a los fieles tomar un “medicamento” espiritual, la “Misericordina”, para mantener los frutos del Año de la Fe que culmina el próximo 24 de noviembre.

Bromeando, el Santo Padre dijo “¿Cómo?, pensarán, ¿es que el Papa se ha hecho farmacéutico? No, se trata de una medicina espiritual para mantener los frutos del Año de la Fe que ahora termina”.

"Son 59 pastillas que ofrecen el amor, el perdón y la fraternidad”.

"¡No se olviden de tomarla!”, dijo, indicando que el “medicamento espiritual” sería repartido a los fieles en la Plaza de San Pedro.

Al interior de la caja de Misericordina se encuentra un Rosario, una imagen de la Divina Misericordia y un folleto explicando la posología, cómo se administra este medicamento.

Tómenla, hace bien al corazón, al alma y a toda la vida", dijo el Papa.

(ACI/EWTN Noticias)


VATICANO, 22 Nov. 13 / 11:24 am.
 


El Templo es la casa donde un pueblo custodia su alma ante Dios. El cuerpo de cada persona también es un templo en donde el Señor habla y el corazón escucha. En la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la Casa Santa Marta, el Santo Padre reflexionó sobre estas dos dimensiones.
El Papa meditó en el pasaje del Antiguo Testamento, en el que Judas Macabeo vuelve a consagrar el Templo destruido por las guerras: "el Templo como un punto de referencia de la comunidad, un lugar de referencia del pueblo de Dios", a donde se va por muchas razones, una de las cuales supera todas las demás.

"El Templo es el lugar a donde la comunidad va a rezar, a alabar al Señor, a dar gracias, pero sobre todo a adorar: en el Templo se adora al Señor. Y este es el punto más importante. También, esto es válido para las ceremonias litúrgicas: en esta ceremonia litúrgica, ¿qué es más importante? ¿Los cantos, los ritos bellos, todo? La adoración es más importante: toda la comunidad reunida mira el altar donde se celebra el sacrificio y se adora".

"Pero, yo creo –lo digo humildemente– que quizás nosotros cristianos hemos perdido un poco el sentido de la adoración, y pensamos: vamos al Templo, nos reunimos como hermanos – ¡eso es bueno, es bello! – pero el centro está allí donde está Dios. Y nosotros adoramos a Dios".
De esta afirmación brota la pregunta, directa: "nuestros templos ¿son lugares de adoración, favorecen la adoración? ¿Nuestras celebraciones favorecen la adoración?".
Jesús, recordó Francisco, citando el Evangelio de hoy, echa a los vendedores que habían ocupado el Templo como un lugar de tráficos (compra/ventas) en lugar que de adoración. Pero hay otro "Templo" y otra sacralidad que considerar en la vida de fe.

El Santo Padre afirmó que "San Pablo nos dice que somos templos del Espíritu Santo. Yo soy un templo. El Espíritu de Dios está conmigo. Y también nos dice: ‘¡No entristezcan el Espíritu del Señor que está dentro de ustedes!’. Y también aquí, tal vez no podemos hablar como antes de la adoración, sino de una suerte de adoración que es el corazón que busca el Espíritu del Señor dentro de sí y sabe que Dios está dentro de sí, que el Espíritu Santo está dentro de sí. Lo escucha y lo sigue".

Ciertamente, seguir a Dios presupone una continua purificación, "porque somos pecadores", repitió el Papa, insistiendo: "purificarse con la oración, con la penitencia, con el Sacramento de la reconciliación, con la Eucaristía". Y así, "en estos dos templos –el templo material, el lugar de adoración, y el templo espiritual dentro de mí, donde habita el Espíritu Santo– en estos dos templos nuestra actitud debe ser la piedad que adora y escucha, que reza y pide perdón, que alaba al Señor".

"Y cuando se habla de la alegría del Templo, se habla de esto: toda la comunidad en adoración, en oración, en acción de gracias, en alabanza. Yo en oración con el Señor, que está dentro de mí porque yo soy ‘templo’. Yo en escucha, yo en disponibilidad. Que el Señor nos conceda este verdadero sentido del Templo, para poder ir adelante en nuestra vida de adoración y de escucha de la Palabra de Dios".

 (ACI/EWTN Noticias)
 

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